miércoles, 25 de marzo de 2015

JERARQUÍA DE LA IGLESIA CATÓLICA

JERARQUÍA DE LA IGLESIA CATÓLICA

Este es un termino utilizado en la iglesia católica para representar a los miembros que componen a la iglesia. Esta jerarquía se estructura de la sigiente forma: el episcopado, el papa, cardenales, arzobispos, obispos y presbíteros.

Episcopado: El Episcopado católico está formado por prelados, que son los ministros consagrados que recibieron la totalidad del sacramento del Orden sacerdotal, siendo por eso considerados como los sucesores directos de los doce Apóstoles.

El Papa: es el Sumo Pontífice y Jefe de la Iglesia Católica, el Vicario de Cristo en la Tierra, el Obispo de Roma y el poseedor del Pastoreo de todos los cristianos, concedido por Cristo a San Pedro y, consecuentemente, a todos los Papas.

Cardenales: son los consejeros y los colaboradores más íntimos del Papa, siendo en su inmensa mayoría obispos. De hecho, el papa es electo, de forma vitalicia por el Colegio cardenalicio.

Arzobispos: son prelados que, en la mayoría de los casos, están al frente de las archidiócesis. Si su archidiócesis fuera la sede de una provincia eclesiástica (lo que puede no suceder), ellos, que se volverían arzobispos metropolitanos, normalmente tienen también poderes de supervisión y jurisdicción limitada sobre las diócesis (llamadas sufragáneas) que forman parte de la respectiva provincia eclesiástica.

Obispos: son los sucesores directos de los doce Apóstoles y, por eso, recibieron el todo del sacramento del orden. Esto les confiere, en la mayoría de los casos, jurisdicción completa sobre los fieles de su diócesis.

Presbíteros: son los colaboradores de los obispos y solo tienen un nivel de jurisdicción parcial sobre los fieles. Esto porque ellos no recibieron todavía la totalidad del sacramento del orden. Algunos de ellos lideran las parroquias de su diócesis y tienen varios títulos.

Diáconos: son los auxiliares de los presbíteros y obispos y poseen el primer grado del sacramento del orden. Son ordenados no para el sacerdocio, sino para el servicio de la caridad, de la proclamación de la Palabra de Dios y de la liturgia. A pesar de eso, ellos no consagran la hostia (parte central de la misa) y no administran la confesión o reconciliación.


Laicos: La mayoría de los miembros de la Iglesia Católica son laicos, el origen de la palabra laico viene del griego λαϊκός, transliterado: laikós, «popular» –de la raíz λαός laós, «pueblo» que tiene la misión de testimoniar y difundir el Evangelio, así como también como la vocación propia de buscar el Reino de Dios, iluminando y ordenando las realidades temporales según Dios, correspondiendo así al llamamiento a la santidad y al apostolado, dirigido a todos los bautizados. Pero aún así, también deben participar en las diversas formas de gobierno y administración de sus iglesias locales importantes e influentes en el seno de la vida eclesial porque, desde del Concilio Vaticano II (1962-1965), ellos gozan de igualdad en relación al clero, en términos de dignidad, pero no de funciones. Desde entonces, los laicos se volvieron, más activos y dinámicos en la administración de las iglesia diocesanas, en la catequesis, en el apostolado, en la evangelización, en la solidaridad social,etc.

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